Con la llegada de la primavera, las temperaturas comienzan a subir, y aunque los días más largos y soleados son un respiro después del invierno, el calor primaveral puede convertirse en un verdadero obstáculo para descansar bien por la noche. La temperatura juega un papel fundamental en la calidad del sueño, y cuando las noches son más cálidas de lo normal, conciliar el sueño puede volverse todo un reto.

¿Por qué el calor afecta tanto el sueño?

Nuestro cuerpo necesita enfriarse para entrar en las etapas más profundas del sueño. La temperatura interna desciende de forma natural cuando dormimos, y si la temperatura ambiental es demasiado alta, este proceso se ve interrumpido, lo que puede causar despertares frecuentes y dificultar un descanso reparador. Según la temperatura ideal para dormir está entre los 15 y 19 grados Celsius.

Cuando las noches primaverales son más calurosas, esa diferencia térmica se hace más difícil de mantener.

¿Qué hacer para dormir mejor en primavera?

Si el calor de la primavera te está causando insomnio ocasional, hay algunos trucos sencillos que pueden ayudarte a mejorar la calidad de tu descanso:

1. Mantén tu habitación fresca: Usa ventiladores o aire acondicionado si es necesario, o bien, abre las ventanas para dejar que circule aire fresco por la noche. También puedes optar por cortinas que bloqueen la entrada de luz y calor durante el día.
2. Elige ropa de cama ligera: Opta por sábanas de algodón o lino que permitan la transpiración. Evita los materiales sintéticos que pueden sentirse más calientes y pegajosos.
3. Toma una ducha tibia antes de dormir: Aunque suene contraproducente, una ducha tibia puede ayudar a bajar la temperatura corporal justo antes de acostarte, lo que facilita conciliar el sueño más rápido.
4. Mantente hidratado: Durante los días calurosos, es importante beber suficiente agua. La deshidratación puede hacer que te sientas incómodo y afectar tu sueño, así que asegúrate de estar bien hidratado antes de dormir.
5. Usa técnicas de relajación: Si el calor te mantiene inquieto, intenta usar técnicas de relajación como la respiración profunda o la meditación para ayudar a calmar la mente y el cuerpo.